La maraña de las telefonías

telefonoAyer, «cotilleando» en redes sociales me encontré con una grabación que hacía un usuario enfadado a una empresa de telefonía móvil, ésta llamaba para venderle un determinado producto y el usuario empieza a usar las tácticas que éstas grandes moles empresariales suelen emplear cuando nos quejamos por algún servicio, queremos recuperar un dinero que nos han cobrado de más o darnos de baja.

Merece la pena tomarse unos minutos y escuchar esta grabación, porque realmente hay que ser conscientes que en la relación compañía de telefonía – usuario, se produce una total indefensión y en donde éste último se acaba subordinando a sus prácticas que rozan lo fraudulento sin mas.

Como todo en la vida, esta problemática deviene por la Oscuridad y poca transparencia. Cuando se contrata, «presuntamente» se suele omitir información relevante. Una vez se firma, el cliente normalmente se queda «enganchado» por permanencia durante 18 meses bajo «pena» de cuota de pago si es que se le ocurre migrar a otra compañía (que no nos engañemos, posiblemente le tratará igual).

A partir de ahí, surgen reclamaciones sobre todo por «errores de sistemas» , que por mala fe no serán ¿no?….y que digo yo….  hay que ver qué medios emplean estas compañías tan poco precisos que, (según esta noticia de ayer del periódico «laVanguardia») las reclamaciones relacionadas con la telefonía móvil en España  fueron 13.629 en 2009, 16.445 en 2010 y 20.085 en 2011, la mayoría por problemas con la facturación o con la portabilidad de la línea. (según la «Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones «).

Esta noticia sigue diciendo que el «Centro de Asistencia Jurídica de DAS»,  recibe todos los meses un importante número de llamadas en relación al irregular funcionamiento de estos servicios. Además de reclamaciones motivadas por altas en servicios no contratados, incumplimientos de  promociones ofertadas, dificultades para cursar bajas, cobros de mensajes indebidos (SMS Premium) o averías e interrupciones en el servicio.

Está claro que hay opciones legales para combatir éstas prácticas, pero no suelen emplearse porque, primero, cuando hay cuantías de por medio, suelen ser  irisorias para acudir a tribunales ordinarios, segundo, en mayor o menor medida suelen ser aceptadas por el consumidor (por no empezar a llamar y someterse a esa compleja red de operadores sin fin), y tercero, no saber a qué vías acudir como son las Oficinas de consumidores y usuarios o la Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones del Ministerio de Industria.